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[ 004 ] - Alvaro Hugo Rios Ocampo

  • Foto del escritor: Jc Martes
    Jc Martes
  • 16 oct 2023
  • 5 Min. de lectura

Copa dorada con forma de balón de fútbol recibe una lluvia deconfetti rojo en una luminosa tarde soleada con el cielo azul
Sereno, hasta en el triunfo

Ser íntegro, ser entero, ser de una sola pieza,

es una de las más altas aspiraciones

que un ser humano pueda tener


Roger Martínez *


Numerosas familias sonsoneñas, aún las de mi generación, parecían colmenas en las que zumban por parejo abuelos, padres y nietos, y en cuya danza suelen ir siempre arracimados “pa’rriba y pa’bajo” . En comparación, la mía, -no obstante-, era una familia particular: A pesar de bastantona, casi todos los integrantes vivían en otras ciudades, ninguno en el campo y en la cabecera solo un primito Alzate Sánchez, apenas gateando, y cuatro primos Alzate Montes: cercanos y entrañables como pocos, querendones, serviciales, muy juiciosos... pero adolescentes, con su mundo propio en gestación y con un pie en la universidad . Era apenas lógico que ya no tuvieran tiempo de cargar más a un “chiquito” tímido, de autoestima más baja que su baja estatura y creyéndose “más solo que Adán en el día del amigo


Entonces, cuando en cuarto primaria un cercano compañero de clase reveló que éramos casi primos, dejé de sentirme el hongo solitario . De regreso a casa, quise corroborar esa información “salvavidas” con mis padres, y en efecto había por allá, entre las marañas de Chaverras y La Loma, un nexo, un nudito brotado en el vigoroso tronco de la querida familia Ocampo . Para el efecto, no importaba si era en grado tercero o décimo nono, porque “familia es familia”


Este “primo nuevo” era uno de mis compañeros más cercanos del grupo, por lo que su “aparición” planteó no obstante un serio dilema de índole genealógica: ¿Cómo seguir nombrando y hacer también “familia” a Oscar Darío López Rendón, “a la sazón” mi amigo más fiel y vecino de media vida, cuando los tres ya habíamos compartido tantos “recreos”, carreras y juegos?


En diálogo interno profundo me dije a mi mismo: “Mi mismo, si Älvaro es su primo, Óscar podrá ser como el tío de los dos” . A esa vaina se le echó agua en la frente y el bacancito del Óscar se quedó “tío” por lo menos hasta el bachillerato . Vale aclarar que mientras Álvaro y yo eramos un par de reverendas gónadas masculinas, el fantástico Óscar podría ser la forma decente de lo que hoy sería un niño con leve tendencia hiperactiva, asunto del que hablaremos a su debido momento :)


Para celebrar el familiar descubrimiento, papá aceptó llevar al “primo” Álvaro Hugo a conocer la finquita en Chaverras arriba, baluarte en el que habían vivido mis abuelos Luisa y Ramón . A las tempranito en la mañana pasé a recogerlo a su casita de cuento por el Parque Infantil “Andrés Isaza Robledo” . Yo iba en traje campesino gomelo, hasta con mis botas Machita compradas obviamente donde la muy láctea Doña Lucrecia Duque, y mi invitado bajó alegremente de jeans claros, camiseta polo y un busito de lana celeste que siempre le admiré y tenía tejido un trenecito azul marino en el frente . No sobra decir que sus zapatos de cuero color miel estaban perfectamente lustrados, para más angustia mía . Entonces, durante todo el viaje por carretera rogué para que la noche anterior no hubiese llovido, pues ¿quién se hubiera atrevido a regresarlo sucio o empantanado a Doña Libia?


En el ascenso hasta “El Oso” papá supo llevarnos por un camino tranquilo y lo mejor de todo, sin tierra suelta, lagunitas o resbaladeros que pusieran en peligro la impecable pinta de Ríos, a quien pudimos devolver en horas de la tarde: sano, salvo y limpio, después de haber recibido sin chistar los tres golpes del humilde fiambre, y de haberse portado como un caballerito, en versión 11 años


Álvaro decidió estudiar en Escuela pública, la “Antonio José de Sucre”, dirigida entonces por el Maestro Alonso López Carmona, y ya se caracterizaba por su inquebrantable sencillez y los demás rasgos que lo hicieron cercano . Era de los primeros alumnos en llevar sus aportes al restaurante escolar y a los demás proyectos comunitarios que forjaban compromiso y solidaridad . También se mantenía impecable a pesar de estudiar en un lugar semi campestre, sin buenas vías de acceso y con mínimo dos picaitos de fútbol al día


Cursó su bachillerato en la Escuela Industrial “Antonio Álvarez Restrepo” y aunque hizo gala de un buen sentido del humor, parece que no se dejó permear por su divertida barra de amigos ni por su entorno escolar, quizá más cercano a cierta vagancia y al desmadrito, que a la academia


Perteneció al Grupo de Danzas “El Maizal” de la Sociedad de Mejoras Públicas y fue muy buen arquero, posiblemente hasta Selección Sonsón . Amigo de tradiciones familiares, era frecuente en la procesión de Viernes Santo, los bailes de “El Convite”, la Fiesta del Maíz y los fines de semana en la Discoteca “Llamarada” un plan de parejitas que “religiosamente” hermanaba a dos instituciones educativas supuestamente rivales: Las novias eran “las vacas” de el Liceo y los novios, “los tapamicas” de la Industrial


Yo no hice parte de ese combo, y pero me quedaba tranquilo al saber que Álvaro, un joven tan responsable como respetuoso, decente, considerado y atento, acompañaba a las chicas que eran mis mejores amigas de lunes a viernes, los días que no andaban en modo “conquista” :) en ese terreno del despertar afectivo


Este moacho enamorado, que supo ganarse el afecto adolescente en franca lid, dejó su pueblo, estudió Derecho en la Universidad de Medellín, trabajó en la Contraloría Departamental, entre otras entidades, y también pudo regresar una temporada a sus raíces, ejerciendo en la Alcaldía de Sonsón


Ahora bien, hablando de regresos, y de que “Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida”, este "primo octavo, prácticamente” fue sereno en casi todo, excepto cuando volvió a los suyos, (a su Esposa e Hija, a sus Padres y Hermanos, a sus vecinos, amigos y a la gente con la que intercambió respetos y afecto), para anunciar su viaje, presuroso, como anticipado, que nos deja en vibración fuerte, así como cuando Tom golpea a Jerry con el sarténnn!


Con solidaridad


jc martes

10-2023





Integridad implica solidez, permanencia, estabilidad, lealtad

Roger Martínez *





De las múltiples manifestaciones publicadas en redes sociales,

les comparto la siguiente, escrita por un gran amigo común



Dr. ALVARO HUGO RIOS OCAMPO


“...Su trato amable, respetuoso, de recto vivir, hombre de familia y de inolvidables valores ciudadanos y principios de fe, fueron la luz que siempre acompañó su existencia

como buen hijo, hermano, esposo, padre de familia, buen amigo y profesional...


...desde su niñez, en la otrora "Escuela Sucre", luego en el Técnico Industrial, dónde vivió la plenitud de su juventud y luego en el ejercicio de su profesión, su alta responsabilidad y espíritu de servicio, fueron la impronta, que siempre guiaron su diario vivir...”



Carlos Alberto Ríos Jiménez, Sonsón

[ De su perfil en facebook, octubre de 2023 ]





Agradecimientos


Luis Guillermo Henao Gómez, Sonsón





* Roger Martínez . Frases tomadas del Diario La Prensa, Honduras, 2018 . rmmiralda@yahoo.es

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